Residencia

La Residencia Virgen de la Esperanza es un recurso residencial, de atención a personas con discapacidad intelectual, con reconocimiento de su situación de dependencia por el Sistema de Autonomía y Atención de la Dependencia (SAAD).

Esta residencia presta sus servicios de manera ininterrumpida a los usuarios del recurso los 365 días del año, de las 0 a las 24 horas.

El proyecto de actuación para la Residencia está diseñado para la atención de las personas en los ámbitos físicos, psíquicos, sociales, formativos, prelaborales, lúdicos y participativos, de acuerdo con el contrato de gestión de los servicios de atención de personas con discapacidad intelectual en residencia del IMAS.

Con carácter general, los usuarios de la Residencia se tipifican como personas con discapacidad intelectual comprendidas entre los 16 y los 65 años de edad, que tengan reconocida su situación de dependencia por el SAAD.

Las características GENERALES de los usuarios son las siguientes:
• Mayores de 16 años y menores de 65. Excepcionalmente, podrán permanecer en el centro usuarios con edad superior a los 65 años, en circunstancias especiales, siempre que su tratamiento terapéutico así lo aconseje y con autorización expresa de IMAS.
• El diagnóstico principal será de discapacidad intelectual.
• Tener reconocido grado y nivel de dependencia protegible según el calendario de aplicación progresiva de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia.
• Tener reconocido el derecho a la atención Residencial, mediante Resolución de Reconocimiento de derecho a la Prestaciones del Sistema Murciano de Atención a la Dependencia, conforme a los establecido en su Programa Individualizado de Atención (PIA) del usuario, este recurso de residencia considerará idóneo para los grados III y II.
• No padecer enfermedad que requiera atención continuada en centro hospitalario.

Actualmente el centro cuenta con 37 plazas acreditadas.

Entre los Objetivos fundamentales que persiguen las actuaciones de la residencia destacamos:
a) Ofrecer una vivienda estable acorde a las necesidades de cada uno de los usuarios, lo que permitirá fomentar su desarrollo personal, mejorar su autonomía, participación social y calidad de vida de las personas usuarias.

b) Prestar los servicios de prevención, asesoramiento y orientación para la autonomía, de atención social, habilitación o atención asistencial y personal, de atención médica, psicológica, de enfermería, de terapia ocupacional, rehabilitación funcional y de apoyo mediante ayudas técnicas de la información y de la comunicación.

c) Satisfacer las necesidades de atención de las personas con discapacidad intelectual en los ámbitos físico, psíquico, social, formativo, prelaboral, lúdico y participativo, tal como establece el pliego de prescripciones técnicas.

d) Respetar la autodeterminación de los usuarios, teniendo siempre en cuenta sus aspiraciones, deseos, necesidades, fomentando la toma de decisiones y una buena interrelación.

e) Promover el desarrollo personal y el estilo de vida independiente procurando una participación plena y activa en la residencia y en la comunidad, fomentando una red de relaciones interpersonales con los profesionales, amigos, compañeros, vecinos y familiares, consiguiendo el bienestar y satisfacción de los usuarios.

f) Fomentar la participación de los usuarios, familiares y profesionales en el funcionamiento del centro, facilitando los medios e instrumentos que garanticen la misma.

g) En general, ofrecer servicios de calidad para la consecución del cometido del centro.